A veces,
en mitad de la vida,
-o sea-
en cualquier calle
y en cualquier momento,
me viene una sacudida
por dentro
-dura unos instantes-
me viene un sobresalto
una tristeza
una desolación
un frío inmenso
un temblor que pasa
y me deja paralizada
de pena.
Un viento que pasa
justamente
entre mis ojos y el infinito,
entre la nostalgia y la impotencia.
Eres tú
-lo sé-
eres tú
abriéndote paso
en mi memoria.
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